domingo, 5 de febrero de 2012

No estoy enfadada

-Venga, no te enfades-dijo bloqueándome la entrada.
-No me he enfadado-dije esquivando su mirada.
-Pues si no te has enfadado dame un beso-dijo sonriendo. Sonreí en mis adentros, esos labios se hacían un tanto tentadores pero no tenia que caer en su juego. ¡Va, que mas daba! Puse mis manos en su cuello y me acerque lentamente con una sonrisa, el llevo sus manos a mi cintura y me apretó mas contra el. Nuestras respiraciones se mezclaron y recorrí con mi lengua toda su boca. El beso se empezó a volver salvaje y el llevo sus manos a mis muslos y me alzo del suelo, enrolle mis piernas en su cintura y le alborote el pelo. Subió conmigo hasta mi habitación y los dos caímos sobre la cama, yo encima de el, nos separamos para reírnos. Mis manos acariciaron su bien formado torso mientras el me quitaba en un movimiento rápido el short quedandome solo con el bikini.-¿Estas...estas segura?-dijo entre beso y beso. Mis dientes fueron hasta el lóbulo de su oreja y lo mordisquearon suavemente produciendo que el soltara un gemido.
-No eres el primero-le susurro cerca de su oído.-No te preocupes...

Desperté en el pecho de Kencha, alce la mirada y vi que el seguía durmiendo. Decidí ducharme y después bajaría a hacer algo de comer. Entre en la ducha y deje que el agua resbalara por mi piel, una vez fuera seque bien mi pelo y salí para coger algo de ropa. Kencha ya estaba despierto y me miro con una sonrisa, agarro una esquina de mi toalla y tiro de ella pero yo sujete con fuerza la toalla.
-Venga, si ya te he visto desnuda.-dijo insistiendo.
-¿Y que?-cogí la ropa interior y una camiseta blanca con unas mayas negras. En un descuido Kencha tiro de la toalla y a mi se me cayó. El sonrió satisfecho y yo me vestí hay delante suya solo por que al señorito le dio la gana.
-¿Por que no me has llamado para ducharme?-dijo haciéndose el ofendido.
-¿Que querías que te despertase? Con lo lindo que te veías dormido-dije sonriendole.
-Pues ahora me duchare yo solo-dijo poniéndose de pies y cruzándose de brazos.
-Pues ala, ya sabes donde esta la ducha-dije riéndome de su cara. El entro al baño y dejo la puerta abierta, antes de irme eche un pequeño vistazo pero después me ordene bajar a hacer la comida. Cogí unos filetes y los hice en la sartén, no es que fuese muy buena cocinera pero lo básico lo sabia hacer. Oí como alguien bajaba por las escaleras, me gire y vi a Kencha intentándose no reírse, alce una ceja y lo mire.
-¿De que te ríes?-le pregunte intrigada.
-¿Sabes que tienes unas bragas muy bonitas?-me dijo conteniéndose la risa. Lo mire confundida ¿habia estado cotilleando mi ropa interior? no creo... alzo su mano y me enseño mis bragas de leopardo, me puse roja de la vergüenza. Se las llevo a la nariz y las olio-Huelen muy bien.
-Damelas-dije yendo hacia el y extendiendo mi mano para que me las diera. Le mire y el negó con la cabeza.-¿Como que no?-le reproche.
-Pues que no.-dijo sin mas y se las guardo en el bolsillo trasero de su pantalón vaquero.-Ahora son mías-me aseguro.
-¿Te has puesto unos pantalones de Rudy?-le pregunte mirando sus pantalones
-No.Por si no te has dado cuenta vivo en esta casa-dijo riéndose. Entonces...la tercera puerta de arriba debería de ser la suya, entonces lo explica todo.-¿Comemos?

-Me ducho y nos vamos-dijo el Oso entrando rápidamente por la cochera y subiendo las escaleras. Bajo y asomo la cabeza por las escaleras mirándonos curioso.-¿Que hacéis?-nadie le respondió y el subió arriba. Kencha y yo estábamos tumbados en el sofá, yo apoyada en su pecho, viendo la television. Rudy no tardo ni veinte minutos en prepararse, bajo vestido todo de negro y abrochandose la chaqueta de cuero.-Kencha-le llamo-Vamos, venga, sube a vestirte-le metió prisas. Kencha se levanto perezosamente y subió dejandonos solos a mi hermano y a mi.
-¿Donde vais?-pregunte con inocencia.
-A una fiesta-dijo sin mas sentándose a mi lado y poniendo su mano en mi rodilla.-No se lo que a pasado entre ese animal y tu pero... haber... te habrán explicado eso de la reproducción en clase ¿no? Ya sabes, cuando un hombre y una mujer...-pero le corte. Ni el, ni yo, estábamos agusto hablando de eso.
-Rudy, ya pase por este momento con mama y no es exactamente una cosa de la cual quiera una repetición-dije mirándolo.
-Vale, vale. Yo solo quería hacer de un buen tutor-dijo relajándose un poco.
-Tu eres el mejor tutor que he podido tener-dije cogiéndole su mejilla y moviendosela, como lo hacen las viejas con los bebes mofletudos. -¿Puedo ir con vosotros?-puse cara de niña buena. El me miro dudoso-Si no me dejas ir con vosotros, saldré yo sola de fiesta-dije alzando la cabeza.
-Anda... Vete a cambiar-dijo señalando las escaleras. Subí rápidamente las escaleras y entre en mi habitación, abrí el armario y busque algo negro. Me decante por un vestido negro con mangas cortas, y que e llegaba hasta la mitad del muslo; cogí unos tacones de cuña negros y me los puse; y por ultimo cogí una chaqueta negra por si hacia frió, me maquille un poco y deje mi pelo suelto. Baje abajo donde los chicos me esperaban y vi como a Kencha se le abría la boca. Me reí por sus caras.
-¿Estas segura que podrás montar con ese vestido en la moto?-dijo mi hermano un poco inseguro.
-Claro-dije yendo hacia la cochera. Me puse la chaqueta y me monte en la moto de Kencha mientras mi hermano me miraba como si le hubiese traicionado.

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