martes, 8 de mayo de 2012

En la fiesta

Estaba en el jardín de la casa al lado de la moto de de Kencha, el se había ido a por algo para beber, alguien se acerco por detrás mía y me hablo.
-¿Que hace una chica como tu al lado de una moto como esta?-dijo con desprecio una voz masculina, gire levemente mi cara para ver de quien era cuya voz. Allí detrás mía había un chico de pelo rubio y corto mirándome de arriba a abajo, cuando volvió a mirarme a la cara me presente.
-Soy Samantha-le dije con una sonrisa que no paso desapercibida por el.
-Thomas, pero me llaman Shadow-dijo sonriendome raro.
-¿Shadow? ¿Sombra?-le pregunte intentando no reírme. Vi que detrás a lo lejos venia Kencha.
-¿Que tal si nos vamos tu y yo a un sitio mas privado y adivinas por que me llaman Shadow?-dijo poniéndose a mi lado, demasiado cerca, y pasando su mano por mi cintura.
-No...No hace falta-dije separándome de el un poco-He venido acompañada.
-Por favor-dijo soltando una carcajada- Prefieres al pringado que ha venido contigo que ami ¿quien es? lo quiero ver-no se si me esta dando una orden pero a mi me lo parece.
-Si quieres saber quien es vete tu a buscarlo-dije molesta, ami nadie me ordenaba nada y menos este pardillo.
-Claro. ¿Como se llama?-dijo mirando a la multitud de gente que había por todos los lados. Justo en ese momento llego Kencha hasta donde estábamos y le dedico una mirada asesina al tal Shadow.
-¿Estas bien?-me susurro mientras me pasaba una cerveza, yo negué con la cabeza mientras bebía del botellín.-¿Buscas a alguien Shadow?-esta vez alzo mucho la voz, el aludido se giro y nos vio juntos.
-¿Asi que este es el pringado que te acompaña?-dijo acercándose lentamente hasta nosotros. El y Kencha mantuvieron la mirada, ninguno de los dos se apartaba.-Creía que tenias mejor gusto-dijo mirándome con una sonrisa de arriba abajo de nuevo.En cierto modo me ofendió pero le quite importancia cuando Kencha volvió a gruñir.
-Vete de aquí, esta no es tu zona-le poniéndose delante mía de manera protectora. Shadow empezó andar hacia nuestra dirección y note como los músculos de Kencha se tensaban, me toco la mejilla por encima del hombro de mi amigo y hablo.
-No vales nada-hablo con una sonrisa malvada, esta vez si que me ofendió y me lance contra el a darle un tortazo. Eso no se lo esperaba y lo note en su mirada, estaba enfadado, el miedo se apodero de mi al volver a ver su malvada mirada... Antes de que pudiera reaccionar el me había devuelto el tortazo haciendome caer al suelo y golpearme con el, después se me nublo la vista, lo único que alcance a ver fue a Kencha abalanzandose sobre Thomas.

Abri los ojos y lo primero que vi fue dos objetos difuminados, me centre mas y vi que eran dos siluetas, creo que una era la de Kencha y la otra... podria ser Rudy.
-Se desperto-oi la voz de Kencha y rapidamente unas manos en mi cara. Poco a poco centre bien mi vista, hay estaban los dos, Kencha tenia varias heridas por la cara y Rudy parecia tener un golpe en el ojo. Intente incorporarme pero en cuanto lo logre tambien logre marearme y volverme a tumbar.
-En cuanto te sientas bien nos iremos a casa-dijo la voz de Rudy-te has dado un gran golpe-sonaba preocupado.
-No tanto como el que tienes en el ojo-intente sonreir-o las heridas de Kencha-murmure volviendo a quedarme dormida.

-¿Estas segura?-me preguntaron los dos a la vez mientras intentaba subirme a la moto con mi mini vestido. Asenti perezosamente y subi con alguna que otra ayuda.
-Por lo que mas quieras no te duermas otra vez y te sueltes-dijo Kencha preocupado.
-Estoy bien-apoye mi cabeza en su espalda y cerre los ojos.
-Yo ire detras por si acaso-dijo Rudy, despues me zarandeo-Despierta. Quizas deberiamos esperar un poco mas...
-Estoy bien-volvi a repetir alzando la cabeza para encontrarme con los ojos del Oso.-solo que me duele la cabeza.-note como esta vez tardamos mas en llegar a casa, fuimos a menos velocidad por mi culpa. Rudy me ayudo a bajar de la moto y despues me tumbe en el sofa a ver un poco de tele, Rudy subio las escaleras y Kencha se sento debajo de mis pies. Vi que se estaba quedando dormido y le di un pequeño golpe con el zapato en el hombro y se desperto sobresaltado.-Vete a la cama, yo estare bien.-subio lentamente no sin antes preguntarme otra vez que si estaba segura. Al poco rato me quede dormida en el incomodo sofa hasta que me desperte a las cinco de la madrugada con ese horrible dolor de cabeza de nuevo.

domingo, 5 de febrero de 2012

No estoy enfadada

-Venga, no te enfades-dijo bloqueándome la entrada.
-No me he enfadado-dije esquivando su mirada.
-Pues si no te has enfadado dame un beso-dijo sonriendo. Sonreí en mis adentros, esos labios se hacían un tanto tentadores pero no tenia que caer en su juego. ¡Va, que mas daba! Puse mis manos en su cuello y me acerque lentamente con una sonrisa, el llevo sus manos a mi cintura y me apretó mas contra el. Nuestras respiraciones se mezclaron y recorrí con mi lengua toda su boca. El beso se empezó a volver salvaje y el llevo sus manos a mis muslos y me alzo del suelo, enrolle mis piernas en su cintura y le alborote el pelo. Subió conmigo hasta mi habitación y los dos caímos sobre la cama, yo encima de el, nos separamos para reírnos. Mis manos acariciaron su bien formado torso mientras el me quitaba en un movimiento rápido el short quedandome solo con el bikini.-¿Estas...estas segura?-dijo entre beso y beso. Mis dientes fueron hasta el lóbulo de su oreja y lo mordisquearon suavemente produciendo que el soltara un gemido.
-No eres el primero-le susurro cerca de su oído.-No te preocupes...

Desperté en el pecho de Kencha, alce la mirada y vi que el seguía durmiendo. Decidí ducharme y después bajaría a hacer algo de comer. Entre en la ducha y deje que el agua resbalara por mi piel, una vez fuera seque bien mi pelo y salí para coger algo de ropa. Kencha ya estaba despierto y me miro con una sonrisa, agarro una esquina de mi toalla y tiro de ella pero yo sujete con fuerza la toalla.
-Venga, si ya te he visto desnuda.-dijo insistiendo.
-¿Y que?-cogí la ropa interior y una camiseta blanca con unas mayas negras. En un descuido Kencha tiro de la toalla y a mi se me cayó. El sonrió satisfecho y yo me vestí hay delante suya solo por que al señorito le dio la gana.
-¿Por que no me has llamado para ducharme?-dijo haciéndose el ofendido.
-¿Que querías que te despertase? Con lo lindo que te veías dormido-dije sonriendole.
-Pues ahora me duchare yo solo-dijo poniéndose de pies y cruzándose de brazos.
-Pues ala, ya sabes donde esta la ducha-dije riéndome de su cara. El entro al baño y dejo la puerta abierta, antes de irme eche un pequeño vistazo pero después me ordene bajar a hacer la comida. Cogí unos filetes y los hice en la sartén, no es que fuese muy buena cocinera pero lo básico lo sabia hacer. Oí como alguien bajaba por las escaleras, me gire y vi a Kencha intentándose no reírse, alce una ceja y lo mire.
-¿De que te ríes?-le pregunte intrigada.
-¿Sabes que tienes unas bragas muy bonitas?-me dijo conteniéndose la risa. Lo mire confundida ¿habia estado cotilleando mi ropa interior? no creo... alzo su mano y me enseño mis bragas de leopardo, me puse roja de la vergüenza. Se las llevo a la nariz y las olio-Huelen muy bien.
-Damelas-dije yendo hacia el y extendiendo mi mano para que me las diera. Le mire y el negó con la cabeza.-¿Como que no?-le reproche.
-Pues que no.-dijo sin mas y se las guardo en el bolsillo trasero de su pantalón vaquero.-Ahora son mías-me aseguro.
-¿Te has puesto unos pantalones de Rudy?-le pregunte mirando sus pantalones
-No.Por si no te has dado cuenta vivo en esta casa-dijo riéndose. Entonces...la tercera puerta de arriba debería de ser la suya, entonces lo explica todo.-¿Comemos?

-Me ducho y nos vamos-dijo el Oso entrando rápidamente por la cochera y subiendo las escaleras. Bajo y asomo la cabeza por las escaleras mirándonos curioso.-¿Que hacéis?-nadie le respondió y el subió arriba. Kencha y yo estábamos tumbados en el sofá, yo apoyada en su pecho, viendo la television. Rudy no tardo ni veinte minutos en prepararse, bajo vestido todo de negro y abrochandose la chaqueta de cuero.-Kencha-le llamo-Vamos, venga, sube a vestirte-le metió prisas. Kencha se levanto perezosamente y subió dejandonos solos a mi hermano y a mi.
-¿Donde vais?-pregunte con inocencia.
-A una fiesta-dijo sin mas sentándose a mi lado y poniendo su mano en mi rodilla.-No se lo que a pasado entre ese animal y tu pero... haber... te habrán explicado eso de la reproducción en clase ¿no? Ya sabes, cuando un hombre y una mujer...-pero le corte. Ni el, ni yo, estábamos agusto hablando de eso.
-Rudy, ya pase por este momento con mama y no es exactamente una cosa de la cual quiera una repetición-dije mirándolo.
-Vale, vale. Yo solo quería hacer de un buen tutor-dijo relajándose un poco.
-Tu eres el mejor tutor que he podido tener-dije cogiéndole su mejilla y moviendosela, como lo hacen las viejas con los bebes mofletudos. -¿Puedo ir con vosotros?-puse cara de niña buena. El me miro dudoso-Si no me dejas ir con vosotros, saldré yo sola de fiesta-dije alzando la cabeza.
-Anda... Vete a cambiar-dijo señalando las escaleras. Subí rápidamente las escaleras y entre en mi habitación, abrí el armario y busque algo negro. Me decante por un vestido negro con mangas cortas, y que e llegaba hasta la mitad del muslo; cogí unos tacones de cuña negros y me los puse; y por ultimo cogí una chaqueta negra por si hacia frió, me maquille un poco y deje mi pelo suelto. Baje abajo donde los chicos me esperaban y vi como a Kencha se le abría la boca. Me reí por sus caras.
-¿Estas segura que podrás montar con ese vestido en la moto?-dijo mi hermano un poco inseguro.
-Claro-dije yendo hacia la cochera. Me puse la chaqueta y me monte en la moto de Kencha mientras mi hermano me miraba como si le hubiese traicionado.

La playa

Por las escaleras bajo un reluciente Rudy, iba con una camisa blanca de botones y unos pantalones negros. Kencha y yo le seguimos con la mirada mientras pasaba por delante nuestra buscando algo.
-¿Donde vas?-le pregunte 
-A trabajar-dijo abrochandose un ultimo botón de la camisa. ¿A trabajar? ¿Pero que el trabajaba?
-¿Pero como eres tan mentiroso? Anda di la verdad a tu tata-dijo Kencha burlándose.-Vas a ver a la novia
-A la que mentira mas grande-grito mi hermano desde la cochera. Se asomo por la puerta de la cochera mirándonos.-¿Que hacéis?-en ese momento me acorde de que estaba sentada encima de los pies de Kencha y me levante rápidamente.
-Es que sus pies son blanditos-dije poniendo alguna escusa, note como el rojo subía a mi rostro.
-Si es que nadie se puede resistir a mi belleza-dijo Kencha tumbándose boca arriba en el sofá.
-¿Te lo tienes muy creído eh?-dije sentándome encima de su tripa y cruzándome de brazos.-¿Que vamos a hacer mientras que Rudy no esta?
-¿Como que que vamos?-dijo abriendo los ojos.-Yo voy a dormir
-Venga ya, si te pasas el día durmiendo en este viejo sofá y viendo la television-me queje.-Anda...vamos a la playa...-dije poniendo un puchero
-¿Y que me das a cambio?-dijo con una sonrisa picara.
-Un beso-le dije rápidamente y el me miro divertido-en la mejilla.-Me levante y subí a mi habitación a ponerme el bañador, cogí un bikini negro y dorado y encima me puse una blusa blanca y unos shorts vaqueros. Baje y vi que Kencha seguía tumbado en el sofá viendo la television, le cogí de la mano y estire de ella para levantarle. -Vamos-dije tirando de su mano mientras el se reía, pero conseguí ponerlo de pie. El subió arriba y cuando bajo traía puesto un bañador blanco y negro, y la camiseta la traía en el hombro así que pude contemplar su bien formado torso.
-¿Te gusta?-dijo haciendo que lo mirara a la cara, rápidamente me sonroje y sonrio timidamente. -Anda vamos-dijo dirigiéndose a la cochera.
-¿Vas a coger la moto para ir a la playa? Pero si solo hay que cruzar la calle-dije confundida, el se rió. 
-Tendremos que ir a comprar algo de comida ya que tendremos que comer. Además, me apetece un picnic en la playa-me reí y subí en la moto detrás de el.-Creo que te deberías de poner el casco. Como te pase algo tu hermano me mata, aun que esta claro que conmigo nunca te pasara nada-dijo girando la cabeza y mirándome. Nuestras caras estaban muy juntas, y sus labios se me hacían apetecibles... Me paso su camiseta para que se la sujetara y no saliera volando.
-Entonces confiare en ti-dije agarrándome a su cintura.


La playa estaba llena de gente. Me deje guiar por Kencha hasta llegar a un pequeño rincón al lado de un grupo de adolescentes. Sonreí al recordar cuando yo iba a la playa de Valencia con mis amigas. Dejamos las cosas allí y nos acercamos hasta la orilla de la playa. Metí los pies y los quede jugando con el agua que estaba fría. Alguien me salpico y me gire para enfrentarme a la persona que me hubiera mojado, me encontré con los hermosos ojos de Kencha. 
-No me mojes-me queje como una niña pequeña.
-Vamos, entra-dijo salpicandome mas. Entre corriendo hacia el y cuando llegue a su posición me tire contra el, provocando que nos cayéramos los dos y nos sumergimos en el agua salada. Salí riendo a la superficie para coger aire cuando unas manos cogieron mis tobillos y los alzaron haciendo que yo me sumergiera de nuevo. Cuando salí vi a Kencha con una enorme sonrisa. Se me quedo mirando fijamente mientras acercaba su mano a mi,el corazón empezó a palpitar fuertemente, me dejo un mechón detrás de la oreja y llevo su mano hasta mi cuello. Sabia lo que venia ahora, el beso. Cerré los ojos y me fui acercando lentamente hasta su boca, nuestros labios se conectaron en un beso dulce. Mis manos inconscientemente fueron hasta su torso y lo acariciaron mientras que sus manos estaban una en mi cuello y otra en mi cintura apretándome mas a el. Separamos nuestras bocas por la falta del aire, pero no separamos nuestros cuerpos. Kencha me sonrió dulcemente mientras me cogia de la mano y me llevaba afuera del agua.
-Vámonos-dijo extendiendo su mano, se la cogi y empecé a caminar a su lado.
-¿No íbamos a hacer un picnic en la playa?-le pregunte contenta.
-Aja...-dijo distraido. ¿Y si no le había gustado? A mi, desde luego me había gustado el beso... Había algo en el que me atraía: su mirada. Solté su mano, no tenia por que seguir con esto. Si a el no le gustaba no tenia por que darme la mano. Me miro confundido y después miro mi mano, y me volvió a mirar a mi. -¿Que haces?-dijo intentando volver a coger mi mano, pero yo la aparte.
-Solo ha sido un beso ¿por que nos tendríamos que coger de las manos?-dije mientras caminaba delante de el. Que tonta soy ¿por que le he dicho eso?
-Pero...-se notaba que estaba confuso-¿por que dices eso?-corría para alcanzarme.
-Por que... No se, ¿estabas distraido?-dije. Genial. Estaba sonando como una tonta celosa.
-Estaba pensando en unas cosas-dijo sonriendome.
-No me tienes por que dar explicaciones-dije entrando en casa. El me paro y se puso delante mia, puso sus manos en mi cintura y me miro con esos dos ojos verdes que tenia.
-No te enfades-me hablo dulcemente.

jueves, 2 de febrero de 2012

¿Una reunión familiar?

Seguí a los chicos hasta la otra puerta que había en la planta baja, entramos y vi dos motos: una negra y una gris.  Aquello debería de ser la cochera... Al rededor había armarios con herramientas y otras cosas las cuales no conocía. Rudy me paso un casco y se subió a la moto gris, mientras el tal Kencha se subía a la negra.
-Ponte el casco-me ordeno.
-¿Y tu?-dije retándolo, a mi nadie me ordenaba nada.
-Yo no llevo-dijo sin mas.
-Y supongo que tendrás carnet para conducir motos ¿no?
-Claro que si-dijo rápidamente, pero no sabia si creerle o no.-Vamos, ponte el casco y sube que tengo hambre.
-¿Y si nos ve la policía? Creo que deberíais de llevar cascos...lo digo por vuestro bien-dije encogiéndome me de hombros.
-Tranquila-sonrió divertido el amigo de Rudy-No nos pillaran.-Me puse el casco y me subí a la parte trasera de la moto de mi...de Rudy. Los dos arrancaron a la vez y salimos a la calle, me di cuenta de que era de noche, me agarre a la cintura del Oso y mire el paisaje mientras avanzábamos por las calles de Barcelona.

-¿Una que?-dije alzando la voz y dejando caer mi hamburguesa en el plato.
-Una... reunión familiar, de esas que se ven en las series de la tele-dijo Rudy mordiendo su hamburguesa. Mire a Kencha asustada, no estaría hablando en serio...Una cursi reunión de esas que hacen las familias unidas y en ellas se explican sus problemas y sus rollos...¡ Pero si ni siquiera eramos una familia! -Ya sabes para conocernos y esas cosas.-negué con la cabeza mientras que Kencha se reía.
-¿Y quien vamos a estar en esa reunión?-pregunte con una sonrisa falsa.
-Pues...tu, yo, y Kencha-Kecha al oír su nombre casi escupe la coca-cola que estaba bebiendo, trago el liquido rápidamente y miro a mi hermano.
-¿Yo? ¿Por que? Si ni siquiera formo parte de vuestra familia-dijo señalándonos a ambos.
-Pero eres como un hermano para mi, así que... prácticamente eres de mi familia y por lo tanto de la suya-dijo señalándome con la cabeza. Terminamos las hamburguesas y volvimos para celebrar la reunion familiar.
Estábamos los tres sentados en el minúsculo sofá verde, yo estaba a un lado, Kencha a otro y Rudy en medio. Los tres nos encontrábamos en un silencio completo.
-Bueno...-dijo Rudy para romper el silencio-A mi no me gusta que me despierten cuando duermo-dijo y yo me lo quede mirando ¿a quien no le gustaba eso? Desde luego a mi tampoco me gustaba que me despertaran si estaba durmiendo...
-A mi tampoco-dije rápidamente.-A mi no me gusta... que entren en mi habitación sin llamar-que bobada acababa de decir...Me imagino que a Rudy y a Kencha no les gustaría que entrara en su habitación así por así...
-A mi tampoco-dijo Rudy. El ambiente era muy incomodo. Rudy se giro hacia Kencha que había permanecido callado todo el rato.
-Pues...A mi...no me gusta...-lo pensó un rato y por fin hablo- los pistachos-¿los pistachos? ¿y eso a que venia? a mi que mas me daba que no le gustaran los pistachos...
-Creo que esto no esta funcionando...-dijo Rudy un poco confundido por que su plan de reunión familiar no estaba saliendo bien.-Mejor lo dejamos para...¿otro día?
-Perfecto-solté rápidamente levantándome y subiendo las escaleras-Buenas noches-grite antes de cerrar.

Desperté por la claridad que entraba por la ventana, me estire dentro de la cama y me levante. Me dirigí al baño y me lave los dientes , no tenia ganas de hacer nada... Baje abajo con el pijama puesto y vi a Kencha en el sofá tumbado mientras veía la televisión, abrí un armario de los que había en la cocina pero estaba vació.
-¿No hay nada de comer?-le pregunte mirándole, no me había dado cuenta de lo guapo que era. Algunos rizos despeinados le caían sobre la frente, sus ojos verdes miraban la tele como si su vida fuera en ello y tenia un buen cuerpo.
-Creo que en el cajón de la derecha hay galletas-dijo sin mirarme.
-¿Galletas? Por lo menos hay algo...-dije cogiendo el paquete de galletas. Fui hasta el sofá con pereza y me senté sobre las piernas de Kencha sin darme cuenta, cogí una galleta y la mordisquee mientras miraba la tele. Estaba echando una serie de coches o una película, no se lo que era...

martes, 31 de enero de 2012

Rudy Rodriguez

Fui gruñendo hasta la puerta marrón en la que el tipo regordete me dijo que llamara, llame al timbre: una... dos... tres veces. Y no había nadie, genial, se supone que voy a vivir en esta casa y no tengo ni llames para entrar.
-Aquí no hay nadie-grite mientras me giraba y veía como el funcionario bajaba mis maletas.
-Llama otra vez-dijo sacando una gran maleta. Me gire de nuevo hacia la puerta y me puse a pensar las posibilidades que tendría de escapar de ese sitio, podría saltar la pequeña verja de arbusto y correr por el paseo marítimo que había enfrente...
-Ni lo sueñes-dijo una voz grave a mi espalda. Me gire rápidamente y me encontré con un tío enorme y musculoso, de pelo negro y ojos marrones. Me sacaba dos cabezas por lo menos y tenia una gran sonrisa en su rostro.-Debes de ser Sammy.
-Samantha-le corregí con orgullo. Nadie, y menos el, me iba a llamar por mi apodo.
-Samantha-susurro el en voz baja y riéndose, le mire mal. El señor calvo llego hasta nosotros cargado de maletas y las dejo en el soportal.
-Bueno señor Rodriguez, ya hablamos de todo los asuntos correspondientes a tu hermana en la reunión anterior así que solo me queda decirle una cosa: Suerte. -y dicho eso se fue rápidamente mientras yo  le seguía con la miraba. ¿Me dejaba allí sola? ¿Y como que el oso este que tenia como "hermano" se apellidaba Rodriguez? ¿No se supone que lo habían adoptado y por eso tendría que cambiarse de apellido?
-¿Por que tienes mis apellidos?-dije y el me miro levantando una ceja.
-Somo hermanos-dijo señalándonos a ambos.
-¿Pero no se supone que te cambian el apellido al adoptarte? ¿O algo así?-dije. No iba a quedar como una tonta delante de ese oso.
-No lo se-dijo sonriendo- Mis padres adoptivos siempre me contaron quien era mi madre y mi padre, y por eso estuve en contacto con ellos.
-¿Y por que nunca me hablaron de ti?-exigí enfadada. Claro, ellos jugaban a ser una familia feliz y yo sin saber que tenia un hermano.
-¿Y yo que se Sammy-dijo el algo cansado.-¿Quieres pasar o te vas a quedar hay fuera esperando a que se te ocurra como escapar de mi casa?-agarre mis maletas de mal humor y entre antes que el a la casa. No era lo que me esperaba, tenia un salón-cocina, y a la derecha había una habitación, subiendo las escaleras hacia el segundo piso había tres habitaciones.
-Esta es la tuya-dijo abriendo la tercera puerta y dejandome pasar. La habitación era espaciosa, era de color verde y amarillo, y tenia un gran escritorio rojo; la cama era enorme; y al lado del armario habia otra puerta la cual abrí, era un baño. ¡Tenia un baño para mi sola! -Espero que te guste-dijo el oso sonriendo detrás mía.
-Es...guau...es muy guay-dije sin palabras.
-Ya...claro...-dijo intentando no reírse.-Dejare que desagas las maletas-se dirigió hasta la puerta y antes de que saliera lo mire.
-Oso no se como te llamas-dije sonriendole timidamente.
-¿Como que oso?-me sonroje por lo estúpida que había sonado-Me llamo Rudy-me dijo con una enorme sonrisa.

Ya había acabado de deshacer las maletas y me había tirado en la cama aburrida. ¿Que se supone que debería hacer ahora? Cogí una toalla de las que había en el armario y me di una ducha para relajarme un poco... Me vestí y baje abajo para ver lo que hacia el Oso. Me asome por las escaleras y vi que estaba en el sofá con alguien mas, un chico.
-Sammy-me llamo al verme.-Ven que te presento a un amigo-baje lo que me quedaba de escaleras y fui hasta el sofá en el que estaban los dos medio tumbados.-El es Kencha-dijo mientras se sentaba bien y le daba un golpe a su amigo para que se despertara. El tal Kencha se despertó sobresaltado y me miro de arriba abajo. Que descarado.
-Kencha-dijo tendiéndome la mano. Sonreí falsamente y se la estreche.
-Samantha
-¿Ya has acabado de hacer lo que tenias que hacer?-dijo mi hermano mirando a Kencha.
-Si y te venia a decir que iba a salir un rato a...-pero no pude acabar porque me vi interrumpida por el Oso
-Perfecto.-dijo levantandose de un salto.-Pues vámonos a por una hamburguesa, tengo hambre.-dijo dándose unos pequeños golpes en la tripa.
-Me se cuidar sola-dije cortante.
-Vamos Sammy, así te ensañaremos esto y ya mañana si eso podrás salir a pasear.-insistió.

Parte de mi pasado...

Esas ocasiones en las que quieres correr y correr hasta no poder mas, huir de todos los problemas y no pensar en nada. Esas ocasiones en las que no quieres saber nada de nadie, en la que no te importa nada, ni tu misma. Solo te importa correr y olvidarte de todos tus problemas. Solo eso.

Eche a correr por las calles de Valencia. Corrí y corrí por todos los lados mientras oi como gritaban mi nombre pero no me pare. Sabia que si me paraban me alejarían de mi hogar, de mis amigos, de todo esto... Me alejarían de Valencia.
No tenia a nadie a quien acudir, mi madre se había suicidado cuando tenia 12 años y mi padre después de eso desapareció de mi vida, huyo como un cobarde... Y mi abuela... Bueno, por eso estoy huyendo: mi abuela había muerto y yo ahora mismo me encontraba huyendo de el asistente social que me quería llevar a no se donde.
-Samantha-oí que gritaba el tipo regordete y calvo a mis espaldas. Oía sus fuertes pasos a mi espalda así que aumente la velocidad de mis pasos, no podría cogerme nunca. Gire a la derecha en un callejón esperando una salida al final pero no, era un callejón sin salida. Me permití mirar hacia atrás y vi al tipo calvo con dos policías delante de el. No tenia tiempo de retroceder. Corrí rápidamente hacia la pared y cuando estaba apunto de chocarme salte y empece a escalar la pared.
-Samantha-chillo asustado el calvo. Asustada mire hacia los policías que se acercaban rápidamente hacia mi, observe el cacho de pared que me faltaba y calcule las posibilidades que tenia de llegar hasta el final de la pared...No llegaría... Tendría que escapar de otra manera de aquellos tipos. Me deje caer de pies en el suelo y me cruce de brazos mientras los policías llegaban hasta mi respirando dificultosamente y me acorralaron.
-Vamos-dijo uno de ellos agarrándome del brazo y empujándome bruscamente. Me resistí pero sabia que ellos eran mas fuertes.
-¿A donde?-pregunte intentando soltarme del agarre del policía. -No quiero ir a uno de esos sitios a los cuales van los niños sin padres y luego va gente a adoptarlos.
-No iras allí-me dijo el asistente social. Lo mire confusa. ¿Como que no iría allí? Pero si yo no tengo familia y dudo que alguno de aquellos tres me quisiera adoptar después de ver mi comportamiento. ¿Y donde iría?
-Hemos localizado a tu hermano mayor residiendo en Barcelona, te iras con el.-volvió a hablar el tipo regordete. ¿What? ¿Yo? ¿Un hermano? ¿En Barcelona?
-Espera...¿Que?-dije confusa y mirando a los tipos como si fuera una broma. ¿Como iba a tener yo un hermano? Si mama me dijo que yo era hija única, que una vez estuvo embarazada pero aborto por no se que rollos y ahora me viene este tió diciéndome que tengo un hermano mayor... Esto era de locos...
-Si. Por lo visto tu madre lo dio en adopcion y el estaba en contacto con tu madre antes de que se suicidara. Así que iras con el a Barcelona.
-¿Que? Pero si apenas lo conozco. ¡Puede ser algun maniático o algo, puede ser un psicópata! -grite mientras los policías me cogían de ambos brazos y me llevaban en volandas hasta el coche negro que había en la entrada del callejón. ¿Como había llegado ese coche allí?
-Esta en perfectas condiciones de cuidar de una chica de 17 años-dijo el asistente.-De todas formas...solo te queda un año para ser mayor de edad-lo mire mal, le dedique una de las miradas con mas odio del mundo. Llegamos a la casa de mi abuela, el asistente social me dijo que hiciera las maletas y cogiera todo lo necesario  para poder vivir con mi "hermano mayor" ya que no tendría otra oportunidad de volver a esa casa, que iba a estar cerrada hasta que yo fuese mayor de edad. Cogí varias mochilas y las llene con ropa, libros, fotos... y algunos objetos familiares que prefería llevar a que se quedaran aquí al cuidado de ladrones. Eche una ultima mirada a la enorme casa de la abuela y respire profundamente, hasta dentro de un año no podría volver allí y un sentimiento de tristeza me invadió.
No volví a mirar atrás, entre al coche negro y cerré los ojos conteniendo todas esas lagrimas que me obligue a no dejar caer... Esa casa formaba parte de mi pasado...