martes, 31 de enero de 2012

Rudy Rodriguez

Fui gruñendo hasta la puerta marrón en la que el tipo regordete me dijo que llamara, llame al timbre: una... dos... tres veces. Y no había nadie, genial, se supone que voy a vivir en esta casa y no tengo ni llames para entrar.
-Aquí no hay nadie-grite mientras me giraba y veía como el funcionario bajaba mis maletas.
-Llama otra vez-dijo sacando una gran maleta. Me gire de nuevo hacia la puerta y me puse a pensar las posibilidades que tendría de escapar de ese sitio, podría saltar la pequeña verja de arbusto y correr por el paseo marítimo que había enfrente...
-Ni lo sueñes-dijo una voz grave a mi espalda. Me gire rápidamente y me encontré con un tío enorme y musculoso, de pelo negro y ojos marrones. Me sacaba dos cabezas por lo menos y tenia una gran sonrisa en su rostro.-Debes de ser Sammy.
-Samantha-le corregí con orgullo. Nadie, y menos el, me iba a llamar por mi apodo.
-Samantha-susurro el en voz baja y riéndose, le mire mal. El señor calvo llego hasta nosotros cargado de maletas y las dejo en el soportal.
-Bueno señor Rodriguez, ya hablamos de todo los asuntos correspondientes a tu hermana en la reunión anterior así que solo me queda decirle una cosa: Suerte. -y dicho eso se fue rápidamente mientras yo  le seguía con la miraba. ¿Me dejaba allí sola? ¿Y como que el oso este que tenia como "hermano" se apellidaba Rodriguez? ¿No se supone que lo habían adoptado y por eso tendría que cambiarse de apellido?
-¿Por que tienes mis apellidos?-dije y el me miro levantando una ceja.
-Somo hermanos-dijo señalándonos a ambos.
-¿Pero no se supone que te cambian el apellido al adoptarte? ¿O algo así?-dije. No iba a quedar como una tonta delante de ese oso.
-No lo se-dijo sonriendo- Mis padres adoptivos siempre me contaron quien era mi madre y mi padre, y por eso estuve en contacto con ellos.
-¿Y por que nunca me hablaron de ti?-exigí enfadada. Claro, ellos jugaban a ser una familia feliz y yo sin saber que tenia un hermano.
-¿Y yo que se Sammy-dijo el algo cansado.-¿Quieres pasar o te vas a quedar hay fuera esperando a que se te ocurra como escapar de mi casa?-agarre mis maletas de mal humor y entre antes que el a la casa. No era lo que me esperaba, tenia un salón-cocina, y a la derecha había una habitación, subiendo las escaleras hacia el segundo piso había tres habitaciones.
-Esta es la tuya-dijo abriendo la tercera puerta y dejandome pasar. La habitación era espaciosa, era de color verde y amarillo, y tenia un gran escritorio rojo; la cama era enorme; y al lado del armario habia otra puerta la cual abrí, era un baño. ¡Tenia un baño para mi sola! -Espero que te guste-dijo el oso sonriendo detrás mía.
-Es...guau...es muy guay-dije sin palabras.
-Ya...claro...-dijo intentando no reírse.-Dejare que desagas las maletas-se dirigió hasta la puerta y antes de que saliera lo mire.
-Oso no se como te llamas-dije sonriendole timidamente.
-¿Como que oso?-me sonroje por lo estúpida que había sonado-Me llamo Rudy-me dijo con una enorme sonrisa.

Ya había acabado de deshacer las maletas y me había tirado en la cama aburrida. ¿Que se supone que debería hacer ahora? Cogí una toalla de las que había en el armario y me di una ducha para relajarme un poco... Me vestí y baje abajo para ver lo que hacia el Oso. Me asome por las escaleras y vi que estaba en el sofá con alguien mas, un chico.
-Sammy-me llamo al verme.-Ven que te presento a un amigo-baje lo que me quedaba de escaleras y fui hasta el sofá en el que estaban los dos medio tumbados.-El es Kencha-dijo mientras se sentaba bien y le daba un golpe a su amigo para que se despertara. El tal Kencha se despertó sobresaltado y me miro de arriba abajo. Que descarado.
-Kencha-dijo tendiéndome la mano. Sonreí falsamente y se la estreche.
-Samantha
-¿Ya has acabado de hacer lo que tenias que hacer?-dijo mi hermano mirando a Kencha.
-Si y te venia a decir que iba a salir un rato a...-pero no pude acabar porque me vi interrumpida por el Oso
-Perfecto.-dijo levantandose de un salto.-Pues vámonos a por una hamburguesa, tengo hambre.-dijo dándose unos pequeños golpes en la tripa.
-Me se cuidar sola-dije cortante.
-Vamos Sammy, así te ensañaremos esto y ya mañana si eso podrás salir a pasear.-insistió.

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